Se puede jugar de muchas maneras y todas son válidas. Unas más vistosas y otras menos, algunas más eficaces y otras más estéticas. Lo que no se puede hacer es jugar con miedo. Es lo peor que le puede pasar a un deportista. El miedo te paraliza, te hace pequeño, te bloquea y te impide rendir en función de tus capacidades reales.
Creer para ver. Si creo que voy a perder, pierdo. Si creo que me van a golear, me golean. Se llaman profecías autocumplidas y demuestran el gran poder que tiene la mente para adaptar la realidad al pensamiento.
Sé que un pensamiento positivo no será suficiente para ganar el partido, pero sí será imprescindible para no perderlo antes de empezar
Lo único auténtico que te queda después de ganar, cuando acaban las celebraciones, el baño de multitudes, el dinero y el reconocimiento público, es la persona en la que te has convertido para hacerte merecedor de esa victoria. Eso es lo que hay. Descubrir cómo has crecido, cómo has mejorado, qué has aprendido y qué nuevas habilidades o capacidades has sido capaz de desarrollar y de integrar en ti. Ese es el único y verdadero éxito. Ser capaz de ser mejor cada día o en cada competición hasta convertirte en el mejor deportista que puedas llegar a ser.
Disfrutar de la íntima y genuina satisfacción de saber que has sido capaz de superar todos los obstáculos y dificultades, de no haberte rendido, de perseverar, de mantener la ilusión ante la diversidad, de superar la presión, de cuidar tus emociones y tus pensamientos, en definitiva, de crecer. Eso es ganar y, para eso, no es imprescindible quedar primero. No te llevarás la gloria pero sin duda, habrás ganado.
Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?Eres hijo del universo.El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás.
El partido del sábado contra el Tirso nos sirvió para conseguir dos puntos, para seguir teniendo opciones de pelear por meternos en la fase por el titulo, y lo más importante nos debe servir para darnos cuenta de lo que somos capaces cuando nos entregamos al 100%, cuando durante toda la semana deseamos que llegue el partido para darlo todo. También nos sirve para demostrarnos lo poderosos que podemos llegar a ser en esas condiciones, y que en realidad aunque el objetivo más cercano es ganar este sábado, ese es un objetivo muy, muy pequeño para conformarnos. Tenemos las herramientas necesarias para ganar este y todos los partidos que nos propongamos, "sólo" hace falta utilizarlas adecuadamente. El partido del sábado pasado debe ser una guía e intentar nunca bajar el nivel de actitud y ganas que nos hizo disfrutar a todos: a vosotros, a la directiva, a los aficionados y prolongar esa identificación de unos con otros. Por ahora tenemos una referencia de cual es nuestro mejor nivel, de ahí no deberíamos bajar nunca y estamos obligados a aumentar nuestro peor nivel de forma que se acercase lo máximo posible al mejor, para ser mas fiables, para ser competitivos siempre, para tener la satisfacción individual y colectiva de vivir los progresos que vamos consiguiendo, y para no tener que acordarnos más del partido del sábado porque vendrán otros más importantes y complicados donde nuestro nivel aumentará y conseguiremos nuevas referencias en las que apoyarse y habremos vencido el miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario